viernes, 12 de agosto de 2011

El día que cambió su vida al Tony Pacheco

"¡Esto es Wanderers, respeten un poco!", gritó Ivonne, la utilera bohemia al ver que los hinchas de Peñarol copaban el Parque Viera.

Al principio se quedaron en la escalera de acceso al escenario y desde allí lanzaron sus gritos de apoyo a Pacheco. Pero después de la primera práctica del ídolo, se animaron a bajar para saludarlo. El "Tony" firmó banderas y camisetas de Peñarol en la mismísima puerta del vestuario y eso fue lo que molestó a Ivonne.

"Para mí hoy es todo distinto, todo es nuevo. Ver a los hinchas de Peñarol acá es un motivo más de agradecimiento", dijo un muy emocionado Pacheco. "No sé si esperaba que vinieran, sinceramente no he podido pensar. Todo fue muy rápido. Hasta la decisión de seguir jugando, porque lo decidí ayer (el miércoles) de tardecita cuando me reuní con Mesa. Después, de noche, tuve una cena con parte de la hinchada de Peñarol, una especie de agradecimiento que me querían hacer por haber estado en la institución. Y no tuve mucho tiempo de nada", agregó el "Tony", quién reconoció que todo lo que vivió en el Viera lo sorprendió.

"Cómo me recibieron los compañeros nuevos, cómo me esperó Daniel (Carreño), la gente que trabaja acá que me demostró mucho aprecio, la cantidad de periodistas. Y esto de la gente de Peñarol que vino…, sin palabras. Es una cosa maravillosa que me llena el alma. Tengo un agradecimiento eterno a los hinchas de Peñarol. Las demostraciones de cariño que tuve en este tiempo fue lo que más me hizo dudar. Pero las etapas terminan y empiezan otras", afirmó casi con lágrimas en los ojos.


En su primer día como jugador bohemio Pacheco llegó temprano. Primero estuvo reunido con Daniel Carreño y los preparadores físicos. "No vienen nunca y ahora aparecen, estoy seguro que ni saben contra quien debutamos el domingo", bromeó Carreño refiriéndose a la cantidad de periodistas que se hicieron presentes ayer en el Viera.

Luego, "Tony" fue presentado a los funcionarios, saludó al presidente Raúl Aguerrebere y hasta recibió un regalo de una hincha, un pingüinito para su hijo Benjamín.

"Cuando uno llega a un lugar nuevo nunca sabe cómo lo van a recibir y más yo, que como le decía a Carreño, en Uruguay jugué solo en dos equipos, en Unión Vecinal y en Peñarol. Pero los chiquilines me recibieron muy bien. Y me ilusiona mucho el proyecto".

El volante está muy agradecido a Wanderers y a las demás instituciones que lo llamaron. "Eso me ayudó muchísimo a tomar la decisión de continuar jugando. No me quería retirar de esta manera. Me quería retirar cuando yo quisiera y no cuando quisieran otros. Pero, además, recibir tantas llamadas, que para mí era inesperado, me alimentó el corazón. Después tuve que optar y elegí Wanderers. El primer llamado que recibí fue de Wanderers y respeté un poco eso. Estos 20 días fueron muy duros para mí, pero también me pasaron cosas muy lindas, sobre todo con la gente", contó el ahora futbolista bohemio.

Aseguró que aún no se puso a pensar cómo pueden ser los partidos frente a Peñarol y a Nacional. "En lo único que pienso es en prepararme para estar a la altura de mis compañeros y poder ayudar en lo que pueda en esta nueva etapa", enfatizó.

Y al final se refirió a su primera práctica. "No fue diferente. La cancha está bárbara, el lugar es sensacional, sigo siendo rayado y me hizo un día muy lindo".

Bohemio. "Me quería retirar cuando yo quisiera, no cuando quisieran otros".

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