Las marcas en la mitad de la cancha secundaria de Los Aromos, la que da al camino de entrada a la concentración aurinegra, delataban que no sería una tarde normal de entrenamiento del plantel principal de Peñarol.
Menos aún, cuando un enorme helicóptero de la Fuerza Aérea uruguaya aterrizó en esa cancha ante la atenta mirada del cuerpo técnico, jugadores y funcionarios de Los Aromos.
De esa forma llegó a la práctica Francisco, un chico de nueve años que cumplió su sueño. En realidad, cumplió su segundo sueño. Es que el primero, hace tres años, fue tener un cuarto propio en su casa de Progreso.
En los dos casos, el cumplir su sueño tuvo mucho que ver con Canal 4, ya que su historia fue conocida en el noticiero central y allí mismo, en vivo, le contó al periodista Fernando Vilar -reconocido hincha de Peñarol- que su segundo sueño era ir a Los Aromos para estar con los jugadores.
En una nota posterior, en la escuela Roosevelt, Francisco -quien nació con una malformación- se encontró con un periodista del canal y "aprovechó la volada" para recordarle aquel sueño. Ayer, Vilar y su equipo cumplieron.
Cuando el helicóptero de la Fuerza Aérea sobrevoló Los Aromos, se le dijo a Francisco que hasta ahí podía llegar el sueño. Supuestamente, no se podía "bajar" para no molestar a los jugadores, que estaban entrenando. Pero la ya enorme sonrisa de Francisco se agigantó más cuando el helicóptero comenzó su aterrizaje en plena cancha.
Gregorio Pérez fue el primero en acercarse y se encargó de bajar al niño. Luego de ser saludado por cada uno de los jugadores, el zaguero Alejandro González lo llevó hasta la cancha principal del predio, donde el equipo entrenó bajo la atenta mirada de Francisco.
Si bien llegó a Los Aromos con su camiseta, obviamente "Panchito" se fue de allí con una nueva, autografiada por el plantel completo, que mostró una notable disposición en todo momento.
Ahora sí, promesa cumplida y, sobre todo, sueño cumplido; por partida doble.
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